En ese momento entra él. El pelo muy corto canoso con una piel mate arrugada , por los años vividos de pasión, que yo sentí cuando lo miraba " Ya tenía dueña ese cuerpo tan bien formado,con manos inmensas. Una boca que de mirarla sacaba estrellas, una voz baja, se me acercó en silencio. Sentí su respirar y tuve que pensar, tener control ante un postre, no es fácil a veces. Me dio un beso en la mejilla. Y así empiezan los metejones, son calenturas que nos hacen jóvenes. Nos sacan el herrumbre del cuerpo .¿Quién quiere un calmo cariño de media noche?. Pa' eso nada. Regarme con una llovizna suave de ganas, donde se vuelve a sentir lo que amabas.Y la vejez así no llega, ya que estás entretenida entre tus sueños e imágenes de un hombre con traje manos grandes y ganas...