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Simone de Beauvoir fue una chica solitaria, con un cerebro de hombre en el cuerpo de una mujer indomable. Jean Paul Sartre un  "Bad Boy" consentido y ególatra. Y así, la solitaria y el ególatra se convirtieron en una de las parejas más polémicas del siglo XX. Se trataron de usted durante años, jamás vivieron juntos.  Se negaron a contraer matrimonio y a tener hijos. Sartre mantenía relaciones solo con mujeres . Ella era bisexual. Eran confidentes de sus propias  negruras y de esas confidencias nacían calenturas de orgasmos únicos. En La ceremonia de los Adioses, Beauvoir describe los últimos años con Sartre las emociones y lo que fue y fueron.  Ella le confesó a uno de sus amantes,que su relación con  Sartre “ Más que amor era una amistad  íntima y necesaria, como lo es la adicción"

Dejamos de ser eróticos con nosotros mismos. Echando la culpa al de al lado... que no nos calienta Cerrando en la mente orgías de a dos en silencios. Besándose a oscuras respirando el aliento. Sin saber que está solo en nosotros lo erótico, para desnudar nuevamente, como la primera vez al otro....

Sentada en un banco de madera vestida con aliento a chicle de menta, una blusa de organza la ceñía mostrando las estrías de su alma arrabalera. El pelo suelto con aroma a rosas, se lo había teñido  rojo intenso, y los hombres que pasaban la miraban guiñándole un ojo a la loca fea.  Hasta que alguien se acercó y le dio una limosna, sin saber que lo que ella quería, no era eso. Eran las ganas de un hombre que esperaba sentada con aliento a menta fresca.