Había anochecido y todos los barrios en esa zona se parecían. Encontré la casa y bajándome del auto toqué el timbre atendiéndome una empleada- El lugar estaba lleno de pinturas que abarcaban casi todo un muro. Mientras fumaba apareció- Su nombre era Dolores. Se acercó diciéndome que Juan su marido aún no había llegado. Nos pusimos a charlar de ella de mí. Su piel húmeda y aterciopelada. Tenía una blancura casi color marfil,y una boca hecha para el deseo de lo que yo me imaginaba. Mientras la observaba hablábamos. Me contó lo que quería y me hizo una propuesta - En ese momento entra Juan. Con un traje gris perla - D e estatura mediana. Su cara ovalada dorada por el sol inundó la habitación. y se disculpó diciéndonos que se daría una ducha, mientras ella me sonreía y él no dejaba de mirarla. Se fue volviendo envuelto en un piyama azul lavanda. Dolores y Juan. Y yo Carlos un hombre en busca ...