Son las cinco de la tarde tomo mi té y escribo . Sentada con pies descalzos suelto el pelo uñas largas. Me las pinté rojo intenso tal cual el color de mi alma. Y mientras miro las letras que aparecen sin colores escribo las palabras que van saliendo a borbotones .Las fantasías sexuales que tenemos entre sábanas a la luz de velas rojas metidas en la maraña, de sentimientos calientes que desbordan nuestras sábanas ¿Hay que contarlas?