Sin poder dormir me meto en el internet encontrando este diálogo "entre dos" que ahora "son ninguno". Difícil escribir en una noche donde el estómago te duele y lo sentís moviéndose en tu garganta, y el miedo no me invade, porque lo acepto. Y lo escucho del otro lado del teléfono sintiendo su voz en mis oídos, ya que uso auriculares para poder apreciar la ronquera del faso de su aliento en mi oreja.. Y me pienso, y lo pienso y sin darme cuenta me envuelvo en momentos. Y florezco ante una idea que me impone llenándome de flores y encuentro una felicidad que nace de las tripas desde mis adentros. Esas felicidades que las podés contar con los dedos de la mano!!!. Y mis recuerdos...Verlo desnudo caminar entre las sombras del dormitorio con su Erección...Placer mirarlo e irme a dormir respirando su aliento en la madrugada de mis días.
"Los maridos son estupendos como amantes, cuando engañan a sus mujeres".
Fumaba la vida. La aspiraba como si fuera un cigarrillo que entre los dedos la atrapaba. Era tan intensa que a veces se mareaba. Caminaba chueca como si hubiera tomado el vino que nunca tomaba. Se embriagaba a solas, con sueños bajados de la modorra que a veces tenían sus locas palabras. Será por eso que la llamaban la loca, la que nunca envejecía, ya que pintaba sus canas como pintaba su vida con acrílicos sin agua. Nació de una artista, su madre, mujer por ella adorada... Y así sentada en el cordón de sus sueños cerraba las piernas con pudor, mientras masturbaba su alma cuando hablaba
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