Había anochecido
y todos los barrios en esa zona se parecían. Encontré la casa y bajándome del auto toqué el timbre atendiéndome una empleada- El lugar estaba lleno
de pinturas que abarcaban casi todo un muro. Mientras fumaba apareció- Su nombre era Dolores. Se acercó
diciéndome que Juan su marido aún no había llegado. Nos pusimos a charlar de ella de mí. Su piel húmeda y aterciopelada. Tenía una blancura casi color marfil,y una boca hecha para el deseo de lo que yo me imaginaba. Mientras la observaba hablábamos. Me contó lo que quería y me hizo una propuesta- En ese momento entra Juan. Con un traje gris perla- De
estatura mediana. Su cara
ovalada dorada por el sol inundó la habitación. y se disculpó diciéndonos que se daría una ducha, mientras ella me sonreía y él no dejaba de mirarla. Se fue volviendo envuelto en un piyama azul lavanda.Dolores y Juan. Y yo Carlos un hombre en busca de lo que me faltaba ©
Vistas del blog
Al día siguiente regresa al mismo bar
Cuando las canas se meten dentro del alma 2
Era una de esas noches en que no tenía ganas de nada.
Me acerqué a ese bar aunque en realidad no tomaba. Buscaba algo más que a una mujer. Me senté pidiendo piña colada. Miré a mi alrededor solo parejas gastadas. Hasta que mis ojos se toparon con "Ellos" que de la mano se miraban. Ella descalza debajo de la mesa lo tocaba. Jugando con sus pies mientras la erección comenzaba . Lo sentí como si fuera yo .Y la miré sonriendo mostrando mi blanca sonrisa, que brillaba . Me sonrió cómplice mientras yo me pasaba la lengua por los labios secos de ganas. Y los vi irse enlazados en algo que yo imaginaba.© continuará
Me llamo Carlos y lentamente me van creando 1
Querida mía te perdí porque soy un imbécil
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