¿Cómo harán el amor?

Era un pato amarillo con ojos color acero, tenía miel en la boca y besaba muy sincero. Un día nadando navegando sus instintos, se encontró con una carnada que lo volvió loco de amor. El problema era serio, ella vivía muy lejos, muy metida entre sus aguas bella, dulce, angelical. El la vió sintió deseos, quiso meter la cabeza, logró aguantar el aire, y de un golpe la sacó . Medio muerto de lujuria, desesperado y caliente, lo intentó varias veces pero no acertó. Ella anhelante esperaba, quería ser conquistada sentir las plumas aladas, hasta que un día él trató. Y usando su pico de oro Bill Clinton se creyó. Y así termina esta historia de un mundo al revés, donde un pato se cree ser un hombre y ella se cree una mujer©

¿Qué haría yo sin mí ?

Es la vida de una chica y de un hombre fenomenal .Se conocieron un día y se comenzaron amar . Ella es tremenda. El hombre de mundo y sexual. Ella no sabe de nada, y él un mundo para acabar.Y llega una noche de esas en que sentados están. El le dice -Tengo un secreto-y no me animo hablar ¿De qué se trata ?- Le dice Ella - y El la mira sin contestar.Luego le dice casi en silencio...Si te lo digo quizás me puedas dejar©

Con sus manos pensaba en él

Sentada a media luz mecía su cuerpo al ritmo de la lluvia. El sonido del ventilador la envolvía y sin mojarse se sentia húmeda por el calor del verano que pronto se iría. Miró el reloj,eran casi las ocho .El cielo de un color plomizo repleto de nubes que se unían haciéndose el amor,mientras las estrellas avergonzadas de placer se tapaban los ojos por lo que veían.Mientras ella con sus manos pensaba en él y sonreía.©

Si me necesitas junta los labios y sopla. Tu silbido será respondido

El le dice: Si te sientas en mi  boca puedo hacerte el alfabeto. Si me quieres a lo loco seré tu loco eterno. Si me besas lentamente saboreándome los gustos, si eres feliz conmigo, sintigo eres mi intento. Si te complaces enmigo y yo entigo casi tiemblo mezclando lo tuyo y mío en este bello comcierto. Ella contesta: Si me necesitas sílbame que yo vendré corriendo ©